Siguiendo con las entrevistas a diferentes personalidades de otras organizaciones, hoy le llega el turno a José María Gil-Robles, presidente del Comité español de ACNUR. Gil-Robles sustituyó en el cargo a Matilde Fernández, que presidía dicho comité.
Desde Acción Geoda queremos agradecer la disponibilidad de aquellas personas que están accediendo a regalarnos un trozo de su tiempo para dar vida a esta nueva web.
Gil-Robles es socio responsable de Mercantil de DLA Piper, uno de los despachos de abogados que más horas destina a proyectos pro-bono a nivel mundial, actividad que compagina con el mencionado mandato del comité español de ACNUR.
Yo creo que, de unos años a esta parte, ha cambiado la concienciación y la ayuda a grupos más vulnerables como los niños o personas que viven fuera de nuestra fronteras con menos posibilidades. ¿Eso se ve reflejado en una ayuda real o es solo una postura de cara a las redes?
«Al menos en nuestro caso (es decir, lo que nosotros indirectamente percibimos viendo el apoyo de los socios) es que no es postureo, que hay una conciencia de que en general somos unos privilegiados si nos comparamos con los refugiados».
¿Cree que esta crisis sanitaria va a complicar las donaciones o, en cambio, quizá nos hemos vuelto “más humanos” y puede ayudar a que tengamos un mayor grado de empatía con los problemas “ajenos” a nosotros?
«Esta crisis, como la anterior, nos acerca a las personas más vulnerables, nos hace entender su difícil situación. Las crisis sanitarias o de hambre ya no es una fabricación de los medios o exageraciones de ONGs para conseguir mayores donativos, es algo que muchos de nosotros o de los que nos rodean vivimos y hemos vivido, y por eso es algo que nos acerca mucho más a los demás».
¿Nos vamos a preocupar más por estas problemáticas ahora que hemos visto que somos tan vulnerables?
«Es difícil decirlo. Por un lado es verdad que la pandemia nos ha enfrentado a todos a nuestra vulnerabilidad, nos ha obligado a enfrentarnos a la pérdida de seres queridos o al riesgo de dicha pérdida o de nuestra propia existencia. Pero es muy difícil vivir con ese sentimiento de vulnerabilidad, todos ansiamos recuperar la vida que teníamos hace un año y medio y dejar de convivir con la idea de la muerte o la enfermedad, a pesar de que va a seguir con nosotros durante muchos meses todavía. ¿Mantendremos la conciencia de nuestra vulnerabilidad cuando salgamos de esto? No estoy seguro de que lo hagamos».
¿Cuál cree que es el éxito para organizaciones como ACNUR, Accion Geoda, etc?
«En nuestro caso (España con ACNUR) el éxito consiste en conseguir que aumente el apoyo a los refugiados».
¿Cuál cree que es el principal problema que hay que abordar desde nuestras organizaciones en la actualidad, a nivel nacional e internacional?
«En el corto plazo, el hecho de que nos esperan meses muy complicados por delante, en el que hay muchas familias en España y fuera que lo van a pasar muy mal. En el medio y largo plazo, que los conflictos no terminan de resolverse, por lo que el número de refugiados no desciende ni tiene pinta de que pueda hacerlo».
¿Usted prima más una ayuda cualitativa o cuantitativa?
«Esto es como tener que escoger entre tus hijos, me quedo con ambas».
¿Qué respuesta podría dar un ciudadano de a pie a esta crisis?
«No me siento capacitado para dar consejos o recomendaciones a nadie. Todos estamos gestionando esta crisis como buenamente podemos, con días mejores, días peores y días muy malos, tratando de consolarnos con la idea de que algún día (aunque pueda tardar) todo esto pasará y volveremos a poder tocarnos y abrazarnos, a mí al menos es lo que me ayuda a superar esos días en los que el ánimo está más decaído».
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