Después de varios meses teniendo que vernos las caras a través de las pantallas, respetando las restricciones impuestas por las autoridades sanitarias, algunos de nuestros voluntarios pudieron reunirse de nuevo presencialmente.
Fue el pasado sábado 17 de abril, en el entorno del embalse de Pedrezuela. Llevando a cabo todas las medidas de distancia social y con las mascarillas puestas, nuestros voluntarios decidieron reunirse al aire libre para evitar riesgos de contagio y a la vez volver a verse un año después.
El día no pudo ser más perfecto, con una temperatura ideal, un sol resplandeciente y una naturaleza que fue el lugar perfecto para tratar los asuntos pendientes de la fundación.
Y es que, en estos momentos, es importante sentir el calor humano de aquellas personas importantes para nosotros y a las que no ahora no podemos ver. Un calor humano a distancia, claro. Pero ¡qué importante es!
Sin duda, fue un momento único, de reencuentros y emociones, de volver a tratar los diferentes aspectos del Proyecto Tessaout en persona, en familia, en un día de abrazo a la naturaleza que se nos quedará grabado para siempre.